domingo, 2 de junio de 2013

exorcizar: ¿es un don de Dios o necesita entrenamiento?



1er Punto de vista: Exorcizar debe ser realizado por una persona dotada por Dios.


Desde tiempos antiguos el acto de exorcizar, que esta en la conciencia social religiosa, se le atribuye al mundo católico, que a través de los tiempos hasta el día de hoy "se ha ido perfeccionando" en el sentido de estrictos estudios de antropología, demonología y teología como elementos imprescindibles para el entendimiento "y capacidades o facultades especiales" que la curia pueda adquirir. Sin embargo, nada de lo antes mencionado puede acreditarse a través de las escrituras como elementos determinantes para un acto de exorcismo, mas aun de acuerdo de las escrituras el acto de exorcizar puede practicarlo cualquier persona que tenga los siguientes atributos básicos de acuerdo a las escrituras, expresas palabras salidas de la boca de Cristo.

1.- Que la persona interviniente debe tener como puntal básico o fundamento espiritual la fe en Cristo, el Padre y el Espíritu Santo y por ende el poder sobrenatural de la cual Dios dispone para respaldar dicho acto de exorcismo (Lucas 9:37, Mateo 17:14).

2.- La preparación mas que intelectual y de conocimiento teológico de la persona interviniente que consiste, en llevar una vida santa y de obediencia a Dios en los preceptos mandatados por él, respaldado esto por un ejercicio permanente de oración y ayudo (Marcos 9:14-29)

3.- La vida de los apóstoles que por lo general eran de origen humilde con una limitada formación intelectual, por ende prácticamente nada o nulo conocimiento teológico junto a todos sus derivados como demonología, estudios de la salvación, estudio de los ángeles, etc. echaban fuera demonios solamente por la vía de la base de su fe en Cristo y su condición de vida espiritual acorde a los mandatos de Dios.


De acuerdo a lo dicho anteriormente ha existido la tendencia a pensar que la curia romana a través de la especialización teológica y demonológica, es el elemento que les autoriza y les faculta para un acto de exorcismo, sin embargo no existe antecedentes reales estadísticos que indique o que permite afirmar fehacientemente que las acciones de exorcizar hayan concluido exitosamente a través de los tiempos,. por lo tanto la única guía real fidedigna y verdadera es el estudio de la vida de Cristo, apostólica y de la vida de la iglesia original basada en la escritura, que indica claramente que la acción de echar fuera o reprender demonios se basa primero que nada en el poder sobrenatural de Dios, y en la condición de vida que este a la altura de la situación de aquel cristiano interviniente a dicho acto; siendo el punto más importante de lo anteriormente expuesto la acción sobrenatural del poder de Dios y no el conocimiento ni la facultad intelectuales del interviniente.



2° Punto de vista: Exorcista debe ser una persona especialista.


Según la iglesia católica solo el exorcista con la debida licencia puede verificar la verdadera posesión diabólica. Es un proceso difícil en el que se deben descartar causas naturales.

Según el padre Amorth, exorcista de Roma, el poder de expulsar demonios que Jesús confirió a todos los creyentes conserva toda validez. Es un poder general basado en la fe y en la oración y puede ser ejercido por individuos o comunidades sin ninguna autorización. Sin embargo en este caso , se trata de plegarias de liberación, y no se deben llamar exorcismo. Solo al sacerdote autorizado, además de al obispo exorcizante, corresponde le nombre de exorcista.

El exorcista católico ante todo busca llevar la persona atribulada a un encuentro con Jesús. para ello es necesario la apertura a los canales de gracia en la iglesia: la confesión, la eucaristía, la catequesis etc.


Antes de comenzar el rito del exorcismo, el ministro que ha de ejercerlo debe disponerse adecuadamente, según las circunstancias.

Entonces, el sacerdote puede preparar al fiel atormentado por el diablo y a los demás
presentes con delicada humanidad a través de breves palabras.

Si fuera oportuno, el exorcista bendice el agua, diciendo con las manos juntas.
Luego, el exorcista, asperge con el agua bendita al fiel atormentado, a los presentes y al lugar, diciendo:

"Esta es el agua que Dios ha bendecido.
Que ella sea para nosotros fuente de salvación y de vida.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo".
-Todos responden-
Amén. 

Como vemos necesita ser alguien especializado en estos temas que sea capaz de llevar la situación y que conozca el Rituale Romanun.

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